Por Chabela Juárez
Guatemala, 19 de julio del 2019. Hora: 15:20
Caminaba junto a mis hijos sobre la 6ª. Avenida de la zona 1 acompañando el Desfile de la Diversidad Sexual y de Género y me encuentro con Eduardo, un colega periodista y gran amigo desde las aulas y me dice:
- Isabel ¿Vos sos lesbiana?
Su pregunta me causo una sonrisa y le respondí:
- No necesito ser lesbiana para acompañar a mis amigas y amigos de la diversidad sexual. Lo hago porque quiero hacerlo.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia, la Lesbofobia y la Bifobia busco las fotos de ese desfile y otras marchas en donde he participado y acompañado, creyendo firmemente en el ejercicio pleno de todos los derechos, en la igualdad, la equidad, la diversidad, el respeto y la justicia.
Desde los años 90’s, siendo estudiante de periodismo empecé a trabajar en temas sociales y movimiento social, labor que me abrió las puertas a conocer sobre el SIDA, el VIH, las comunidades diversas y llegando hoy a compartir bonitas amistades con mujeres y hombres trans, lesbianas y gays, y en donde solo puedo encontrar seres humanos llenos de defectos, sueños, virtudes, proyectos, traumas, luces y sombras.
Igual que yo y que cualquier ser humano.
Y con esas maravillosas personas he crecido como mujer, madre, profesional y ser humano. Hemos compartido risas, lágrimas, propuestas, discursos, calles y mucha complicidad tanto personal como político.
Como catedrática y la convivencia con jóvenes he compartido momentos llenos de ternura cuando he escuchado frases como: “Licenciada, soy lesbiana”, “¿Chabela usted sabe que soy lesbiana?”, “Soy gay y mi mamá no lo quiere aceptar”, “Me voy a casar”. Instantes que guardo en mi corazón y que llenaron el alma.
En mi búsqueda de tendencias y actualizaciones sobre la Comunicación Social y especialmente de la Comunicación Intercultural he fortalecido los contenidos con respecto a género, feminismo, racismo, identidad sexual y de género. En los últimos meses ha sido acercarme a los temas como el decolonialismo y la despatriarcalización. Un camino interesante y constructivo para aportar en los espacios de compartir y hacer conocimiento, especialmente con las nuevas generaciones de profesionales de la comunicación.
“Lo que no se conoce, se le tiene miedo” decía mi gran amigo Alfonso Porres, antropólogo, cineasta y poeta guatemalteco con quien por más de 20 años compartimos proyectos de comunicación y acompañamiento del movimiento social. En efecto, el desconocimiento, el miedo, los prejuicios, los estigmas fueron poco a poco desgastados y avanzamos en abrir las puertas a estas comunidades.
Conocimos en la calle a hombres y mujeres cuyas historias humanas nos mostraron mucho de cómo se vive la sexualidad, el amor hombre-hombre, amor mujer – mujer, el contagio del VIH, vivir con VIH/SIDA, o acompañar el duelo de la muerte. También compartimos, esos espacios de discusión y debate sobre derechos humanos, proyectos de inclusión, de fortalecimiento de discursos y espacios de estudio para apoyar procesos de fortalecimiento de colectivos trans y lésbicos, principalmente.
Hoy reivindico la diversidad, de la cual somos parte, reivindico la comunicación como proceso humano y humanizante, reivindico la vida y la lucha de mujeres y hombres que han abierto la brecha para la defensa y el ejercicio de los derechos humanos de todas las personas. Revindico los nombres de quienes han sido víctimas de los discursos y los crimines de odio, cobrando vidas, cortando sueños.
Levanto la voz y grito ¡No a las fobias y a los discursos de odio!