Por Xiomara Cano
Guatemala, 8 de junio del 2019. Hora:10:30
Con la colocación de rosas blancas en un pequeño altar, elaborado con fotografías de las víctimas de la tragedia del volcán de Fuego, inició el acto para conmemorar el primer año de ese fatídico hecho.
A la actividad asistieron representantes de Convergencia Ciudadana para la Gestión de Riesgos (COSIGER) especialmente de las comunidades Panimaché I y II; de La Unión Maya, Morelia y La Trinidad, quienes presentaron los avances y retos para la prevención de desastres en sus regiones.
Guido Calderón, representante de COSIGER, señaló que a un año de esta tragedia el Estado de Guatemala no posee un plan integral para evitar que las comunidades que habitan en las faldas del volcán, resulten nuevamente afectadas por las erupciones y el descenso de lahares en la época de lluvia.
“Buscamos que las instituciones puedan implementar un plan de trabajo que permita a las comunidades poder recuperarse tanto económicamente”, resaltó Calderón.
Augusto Arreola, alcalde auxiliar de Panimaché II, explicó que desde la tragedia los pobladores no cuentan con un trabajo formal, “se dificulta pues fueron incontables las pérdidas que se sufrieron y que en la actualidad dependen de distintas instituciones quienes se acercan para brindarles su colaboración, pero que esto no es suficiente”, destacó.
Saúl Cruz, sobreviviente de la comunidad Panimaché I, recuerda que le fue imposible salir de la comunidad por que no cuentan con un puente para atravesar el río. Esto los obligó a esperar hasta las 2 de la mañana del día siguiente para ser evacuados
“Afortunadamente no se perdieron vidas humanas, solamente plantaciones y algunos animales que fueron afectados por la caída de la ceniza volcánica. Solicitamos que el Estado nos garantice nuestro derecho a la vida y nos construya un puente para que podamos evacuar más rápido”, dijo Cruz.
Pese al riesgo que persiste en el lugar y al dictamen que realizará la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED), en el cual resuelve que estas comunidades son inhabitables, vecinos insisten en vivir en las cercanías del volcán.