Hablar de sexo y sexualidad en esta sociedad es una acción riesgosa y apasionante. A los doce años me involucre en espacios de diálogo con adolescentes y jóvenes para hablar de sexo, género, penes, vaginas, relaciones, violencia, participación y diversos temas que están vinculados a la sexualidad.
Tener información me ha permitido empoderarme, emanciparme y tomar decisiones asertivas para mi vida, lamentablemente esta no es la misma situación para niñas, niños, adolescentes y jóvenes del país.
Se habla respecto a las deudas que el Estado de Guatemala tiene a esta población, los índices de embarazo están en aumento, el poco o nulo acceso a educación primaria y básica, la reproducción de roles y violencia de género entre las familias y a pesar de los cambios legislativos, existen niñas que se ven obligadas a matrimonios forzados por las prácticas culturales nocivas.
¿En dónde y quiénes deben hablar de sexualidad? desde mi experiencia somos todas y todos, se debe tener acceso a educación integral en sexualidad laica y científica, en la diversidad de familias, en la escuela, en la comunidad, en los espacios de toma de decisión y academia.
En la Universidad, compañeras y compañeros me han cuestionado el por qué hablo de estos temas en los salones de clase, una respuesta simple: porque quiero y puedo, la respuesta inesperada: soy feminista, lo personal es político, y la respuesta compleja: somos seres sexuados, me declaro sexualmentepolítica, se debe generar un pensamiento crítico y humano frente a los temas que han permanecido relegados e invisibilidades porque engloban aspectos “fuera de la coyuntura o agenda de los medios de comunicación”.
Como estudiante de periodismo, reitero que los medios de comunicación juegan un papel importante en la trasmisión de mensajes y de repetición de acciones que pueden beneficiar o perjudicar la sexualidad de las personas.
Ser sexualmentepolítica y estudiante significa un compromiso social e impactar en las diferentes esferas en donde me desarrollo. La invitación es a cuestionar, no estar conforme, indignarse. Hablemos de sexualidad, escuchemos de sexualidad, abramos debates en la Universidad, hagamos ejercicio de una sexualidad plena y placentera.
Si no, vea que hace, pero haga algo.
[…] Ha sido un año de muchos aprendizajes en El Sancarlista U, mi primer entrada: Sexualmentepolítica y estudiante. […]
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